TOMI Y YO:
Crónica de unos días en Navarrés a la búsqueda de la lluvia, de paisajes de la infancia y de memoria
8 de septiembre de 2018
Tomi y yo hemos visitado a Paco (Chamake) en Playamonte donde pasa el tiempo entretenido con su jardín y con algunas de las plantas cuya dieta alimenticia, a juzgar por el aspecto, sufren de "vigorexia mortalis", (un exceso de nutrientes, se entiende). Hemos visto un coche carrozado como la recordada serie de los "picapiedra" sobre un chasis de 2CV. Paco tiene intención de subirlo e insertarlo en un pino para, según dice, crezca con él. Además he visto un barco que navega entre las plantas del jardín y que cada día cambia de sitio. Ante mi estupor, y ya de vuelta al pueblo Tomi me lo ha aclarado: es el clásico surrealismo de Navarrés, y yo ya no he preguntado nada más.
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9 de septiembre de 2018
Tomi y yo de camino a Selda con el loable propósito de hacer llover sobre Navarrés, gracias a unos antiguos ritos que aprendimos de niños. Algo falló. No tuvimos suerte.
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10 de septiembre de 2018
Tomi y yo hemos ido a la marjal a intentar que lloviera, invocando de nuevo un ancestral rito que atrayera la lluvia. No hubo suerte, se me enganchó el pantalón en la cadena y del cabreo se me olvidaron las palabras rituales. Probaremos mañana.
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11 de septiembre
Tomi y yo hemos ido a Xátiva a ver un chamán que nos asegura saber una fórmula para que llueva en Navarrés. Nos ha enseñado el ritual: con los brazos invocando al cielo debíamos cantar: " Que llueva, que llueva, la virgen de la cueva...". A mí me sonaba la cancioncilla. La foto muestra el momento de la invocación...pese a mi escepticismo, al parecer ha surtido efecto.
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12 de septiembre de 2018
Como habéis ido siguiendo, después de ímprobos esfuerzos, Tomi y yo hemos conseguido que llueva en Navarrés. Para premiar tan laborioso e intenso trabajo, nos hemos zampado unos cuantos higos, donados por la naturaleza que nos agradece así nuestras acertadas invocaciones.
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15 de septiembre de 2018
Tomi y yo hemos ido a ver pinturas rupestres en "El abrigo del garrofero" y una casa cueva cercana, refugio de pastores. El lugar se encuentra en una de las laderas de la garganta del río Grande. Ascendimos un buen trecho por un camino de cabras que me llevó a la reflexión de que, probablemente algunos de nuestra especia homínida desciende de la cabra y no del mono.
Una vez arriba, sin más ayuda que un bastón y descartando el
Ventolin, pudimos ver las pinturas, la casa cueva y extasiarnos con el imponente
paisaje.
El regreso fue más rápido...nos esperaba una cerveza en el Bar de los Jubilados,
y poco después una imponente cazuela de arroz al horno, con siesta incluida,
con lo que recuperamos, con creces, el desgaste físico de la excursión matutina.
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14 de septiembre
Tomi y yo salimos con el 2CV hacia la Fuente del Pino. Hace sol
y descapotamos el coche, aunque esto nos obliga a "capotar" nuestras
cabezas con sendas gorras. El objetivo es conseguir ver algún "gambusino",
que a decir de mi abuelo ese era su habitat natural. Este mítico animal es
muy difícil de ver (¡mirar en wikipedia!).
De la Fuente mana un agua fresquita aunque un cartel advierte de que no es
potable, advertencia que nos pasamos por el forro dos machotes como nosotros.
Tras alguna vuelta no conseguimos ver al "gambusino" y nos animamos
a seguir buscando, pero otro día...porque advierto los primeros retortijones...
lo que nos lleva a una rápida vuelta a casa...
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17 de septiembre de 2018
Tomi y yo hemos visitado el extraordinario paisaje de "El
barcal" y "Los chorradores". Es un dia soleado que invita a
la búsqueda de una zona umbría y fresca: la elección ha resultado perfecta.
Un frondoso bosque atravesado por sonoros riachuelos, donde el agua nace entre
rocas milenarias que han formado estalactitas. Hay una gran cascada (ese día
sin agua) que golpea sobre una poza, en el que peces de agua dulce nadan ajenos
a los muchos visitantes que por allí pasean.
Visitamos un antiguo molino, devorado ahora por la maleza y cuya visión nos
habla de otros tiempos, en que la vida era simple y más pegada a la naturaleza.
Nos cruzamos con una pareja de visitantes foráneos maravillados por el paisaje.
Les pregunto muy serio: "¿Ya han pagado los 3 euros del tiket de entrada?"."
No, responden sorprendidos"." Pues ya les cobro yo, que soy el encargado".
"¡Pues si que es barato!" Les oigo decir mientras nos alejamos de
allí, mientras me digo: " Más barato nos sale la cervecita de hoy"
[1]
. Y en un santiamén dejamos el paisaje en dirección a la también
fresca sombra del bar "Maleno".
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18 de septiembre de 2018
Amigos: dejo Navarrés tras unos días en los que he disfrutado como un niño. Salir con Tomi a descubrir o redescubrir paisajes de nuestro pueblo ha sido una experiencia estupenda. Ahora vuelvo a Barcelona, a la rutina y a la dieta 🙄, pero si puedo volveré para las fiestas de octubre. ¡Alguna orilleta caerá! Espero que los que hayan seguido la crónica de mi estancia en Navarrés de estos días, se den cuenta de lo mucho que hay en este pueblo y de lo maravilloso de su entorno. Todos los pueblos de la Canal de Navarrés poseen mucho encanto, con extraordinario potencial turístico y gastronómico. La unión de todos ellos en un proyecto común que promocionara y atrayera visitas y turismo rural podría ser una enorme fuente de trabajo y riqueza.. .
Ahí dejo la idea! ¡Hasta la vista!
